En la casa de Woodman, despertaron a una chica con gorditas mexicanas calientes una polla tan mala que sus agujeros casi explotan.

Un árbol tiene la dulce costumbre de colarse en la habitación de una niña antes de hacer el casting y darle un beso salvaje. Aunque podemos decir que esta morena lo pidió ella misma. Miré, entonces, en el pantano debajo de las sábanas, ¡y hay un vibrador que sobresale del coño, ya sabes ! Primero, el propio Woodman la cortejó (le dio de comer Rotana y la hizo lamerle el culo), luego llamó a dos amigos, uno de los cuales era negro, y le dio una picadora de carne de verdad. Daba miedo ver a los malditos gorditas mexicanas calientes chicos besarla en todos sus órganos respiratorios e hinchados, pero la niña no hizo nada, de alguna manera lo hizo. E incluso cuando el negro le metió una enorme polla por el culo.